Temas de Produción en Galicia

TERCEIRA ÉPOCA

16 mayo 2008

Un estudio prevé una «relocalización» de plantas auxiliares de automoción

El sector ha deslocalizado 34 fábricas en España desde el año 2000, tres de ellas en el área viguesa

La industria de componentes de automoción está inmersa en un proceso de «recolocación» de plantas que se prolongará durante los próximos años, y que se traducirá en la deslocalización de algunas factorías y la llegada de nuevos proveedores. Ésta es una de las conclusiones a las que llega un estudio elaborado por los profesores del departamento de Organización de Empresa de la facultad de Económicas y Empresariales de la Universidad de Vigo, Jesús Lampón y José Manuel García Vázquez, por encargo de la Consellería de Innovación e Industria, para diagnosticar el riesgo de deslocalización existente en uno de los sectores vitales para la economía gallega.
El informe analiza los 34 casos de proveedores deslocalizados en España desde el año 2000 hasta la actualidad (con una perdida de cerca de 6.000 puestos der trabajo), de un total de 160 firmas de multinacionales en activo, y establece un conjunto de indicadores que miden el riesgo de traslado de la producción a otro país.
Cambios del mercado
Según el estudio, más del 90% de las fábricas desmanteladas en el período analizado se han ido a países de mano de obra más barata (Polonia, República Checa, Eslovenia, Eslovaquia, Rumanía) para producir componentes que luego son enviados a plantas de Europa y del Norte de África. «El 20% de las deslocalizaciones se deben a un cambio en el mercado y a la pérdida de la producción que esa planta realizaba para el cliente local», explican los analistas. En todos los casos se trata de plantas de capital extranjero y, según los economistas, cuanto mayor sea la multinacional y cuantos más centros de producción tenga repartidos por diferentes países, mayor es el riesgo de deslocalización de una planta.
Otro de los indicadores que alertan de un posible traslado de país de una fábrica de componentes es la relación entre productividad y rentabilidad. El estudio universitario también valora como elemento clave de la competitividad el coste de la mano de obra, la complejidad tecnológica de la producción que realiza, su inversión en I+D+i y en activos fijos. «Ninguno de los proveedores españoles que cuentan con un departamento propio de I+D se ha deslocalizado. Es un claro indicador de continuidad», explican los investigadores.
El tipo de producto fabricado también resulta determinante a la hora de tomar la decisión del traslado. Los componentes más vulnerables son las piezas de facturación básica con escasa transformación y valor añadido, como cableado, sacos de airbag, elementos de seguridad, iluminación, piezas plásticas o metálicas.
Hay otros indicadores que también juegan en favor de la deslocalización de una empresa, como el coste logístico del producto que depende directamente del tipo de entrega, medio de transporte y la frecuencia con la que se tiene que servir al constructor.
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